viernes, 28 de mayo de 2010

Se escribe con H (Dedicadísimo a quien nunca lo leerá)



Me deleita escucharlo
Cada palabra es como una caricia.
Si mañana se acabaría el mundo
Elegiría su presencia para perderme
En las últimas horas de mi existencia.
Tiene todo o casi todo
Lo que prefiero en un ser,
Es mágica cada cosa que sale de su boca.
Quisiera entrar en su vida,
Y suciamente jugarme a su lado
Todas las partidas.
Y qué me importa si hay un después.
Cuando todas las palabras cobran sentido,
Cuando todas las manos son las mías,
Cuando caigo rendida ante lo ansiado.
Y que me importa si hay un después.
Si sus dichos me pierden,
Si  un segundo de su tiempo vale mil días míos,
Si lo encuentro en todos los libros, en todos los poetas.

Filosofía de creer en la plusvalía
Que no otorgan los sentimientos.
Deseo de andar el camino relajado y en paz,
De anidar a la sombra de la mente segura.
Filosofía de creer en la prosa como en la poesía,
De no caber en el mundo de tanto relleno.
Deseo de ahondar en los suburbios de la literatura
Y de comunicar al mundo, con el puño duro,
Lo que calla la turba y predican los intelectuales.

Sólo verlo extasía mis sentidos
Y cómplice, mi memoria se va a danzar
A donde no llega el sol ni la luna,
Dejándome a solas
Con la veracidad de sus demonios.
Sólo contemplar el movimiento
De sus labios libero la imaginación
Que se agolpa en mi numen.
Sólo estar ante su presencia
Y se agota en mí el desencanto
Que el resto me deja.

Letra mayúscula para él,
Sinónimo de mis sueños utópicos.
Veracidad de saberse para siempre ligado
A la fe empecinada
En siempre triunfar sobre los despojos
Que la puta vida deja
A los que vivimos de este lado del sol.
Verlo y saber que sí existe,
Que es real el sueño que me desvelaba salvajemente.

Él, que nunca sabrá de la existencia de estas líneas,
Versos que ante él
Siempre se quedan  chicos.
Versos que fluyen de lo más recóndito
De mi corazón de mujer.
Versos austeros cuyo final me reservo.
Versos que lucran con la inventiva
De la mano hacedora.
Versos tenues que demuelen
La esperanza arrolladora.
Versos que aquí se quedan
Ya que él nunca los leerá.


Shhh será nuestro secreto…



28/05/2010.


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