Si pudiera te enviaría flores
Con una corta misiva: “no
fuiste tú”.
Pero esta libertad mía
Se atora en mis músculos
Y no me deja escribir.
¿Recuerdas, acaso, las canciones de cuna
Y las lecciones de anatomía?
Porque verás que todo por aquí está revuelto
Y es bueno aferrarse en tiempos así
A un sitio conocido.
Mi mano iracunda dio señales de vida
Y aunque no lo creas
Ya no está propensa a lastimar.
Me ahogo en la febril dicha
De no contar las horas,
Todo es un delicioso transcurrir,
Pero será que tal vez no puedo
-No puedo, lo juro- ser incondicionalmente feliz.
Dirás que por amor he pecado alguna vez,
Te digo que no.
Es tan fácil entender las señales:
Lo que vuela en el viento
Al viento pertenece.
Y si una ecuación tan simple
La gente no puedo comprender,
Deberé ufanarme del invierno
Protestando, acaso, esta letra mía.
Sube por mis piernas un viejo candor
Que hierve la sangre y apacigua las ideas,
Me estoy haciendo con el día,
Me redescubro a cada momento:
Soy yo, incompleta aún.
Dejen todo quieto como está
-¿O se está moviendo?-,
Dejen cada cosa en su sitio,
Que si llegara el alba
Y yo me corro o me
muevo
Podrían agrietarse las defensas.
Levantar el muro
me llevó largos días,
Derribarlo me llevaría un segundo.
No se muevan,
¡Aquí hay una pieza inconexa!
Aprieto bien los dientes:
Ya no sangro.
Dibujo mi más linda sonrisa:
Ya no canto.
Soy fiel a lo que me dicta
Esta cabeza tibia.
Soy inconclusa.
Ven a verme a mis edenes,
Dime que todo está bien:
Quita este misterio de aquí.
Ya soy yo, me hice por decantación.
Soy vísceralmente honesta
¿Podrías tenerme fe?
09/04/12.