lunes, 7 de noviembre de 2011

Palabras ambidiestras.


Caminante no hay camino
Se hace camino al andar.
Antonio Machado.

Sé de esos barcos que nunca parten
Y de esos que parten hacia la nada
En busca de todas las respuestas.
Sé del brillo en los ojos  del viajante
Que tras cada travesía trae consigo
Los secretos que depara la vida.
Sé que el viaje a veces no es de lo más cómodo,
Pero para aquellos elegidos
Que no temen a la desidia de los mares
Les aguarda la gloria y la magnitud
De sus deseos convertidos en realidad.
Sé de ese oleaje que no se detiene
Y allí van esos bravos hombres y mujeres
Dispuestos a ir un poco más allá
Aun ante la inclemencia de los destinos
Que les embargan la memoria
Y les arrebatan la inocencia.

Pero también sé de las derrotas
-Una tras otra-
Que les aguarda a lo que siempre esperan,
A los que no sueñan,
A los que se quedan a la vera del camino
Haciendo de ése su sitio.
Sé de esas miles de almas
Que nada apuestan por el mañana,
Que callan ante la insolencia
Del temible paso del tiempo,
Que carecen de arrojo y de brío,
Esperando que de la tierra broten
Las respuestas a todas a sus preguntas.
Sé de esas maravillosas mentes
Que quedan truncas sin expectativas,
Que nada tienen para ofertar
Al universo y más.

Sé que es poco lo que sé,
Pero mantengo en vilo y,
Tal vez como único conocimiento,
La experiencia que me desborda
Y los saberes de los que ya transitaron el camino.
A ellos me refiero,
A ellos este poema gris,
A ellos, que me esperen
Para hacer de la senda de mi vida
Un punto de partida,
Un punto de inflexión
Cada vez que necesite salir
A ver la luz.
A ellos,
Gracias por su osadía,
A ellos y por ellos,
También todas mis líneas,
Quiero ser parte del mundo que me rodea,
Levar anclas y partir hacia esa nada
Que a la vez es todo
Y a la vez es lo único.

Basta de amarrarme al sitio seguro,
Allí donde la duda no impera,
Allí donde todo es conocido
Y nada queda por descubrir.
Hora de hacer andar mis huellas,
Hora de tomar mis propias determinaciones,
Con la luna de testigo,
La pluma como testimonio
Y mi alma –siempre ella-
Mi guía y mi compañía.



2 comentarios:

  1. No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
    sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
    No te dejes vencer por el desaliento.
    No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
    que es casi un deber.
    No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
    No dejes de creer que las palabras y las poesías
    sí pueden cambiar el mundo.
    Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
    Somos seres llenos de pasión.
    La vida es desierto y oasis.
    Nos derriba, nos lastima,
    nos enseña,
    nos convierte en protagonistas
    de nuestra propia historia.
    Aunque el viento sople en contra,
    la poderosa obra continúa:
    Tu puedes aportar una estrofa.
    No dejes nunca de soñar,
    porque en sueños es libre el hombre.
    No caigas en el peor de los errores:
    el silencio.
    La mayoría vive en un silencio espantoso.
    No te resignes.
    Huye.
    "Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
    dice el poeta.
    Valora la belleza de las cosas simples.
    Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
    pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
    Eso transforma la vida en un infierno.
    Disfruta del pánico que te provoca
    tener la vida por delante.
    Vívela intensamente,
    sin mediocridad.
    Piensa que en ti está el futuro
    y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
    Aprende de quienes puedan enseñarte.
    Las experiencias de quienes nos precedieron
    de nuestros "poetas muertos",
    te ayudan a caminar por la vida
    La sociedad de hoy somos nosotros:
    Los "poetas vivos".
    No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...
    Walt Whitman

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  2. Gracias por este bello poema, lo conocía pero lo tenía olvidado. Sabias palabras...



    Besos!

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