miércoles, 7 de julio de 2010

Al señor Charles Bukowski.


Cuánto miedo guardas en tu interior,
Más que miedo, pánico.
Ese pánico exigente y totalizador.
Pánico de quien bajó a los infiernos
Y sabe bien lo que hay allí.
Pánico de querer escribir lo que no tiene sentido.
Pánico de buscar acaso la explicación definitiva
A todas las soledades.
Y las palabras saliendo del alma negra.
Ellos no lo entenderán.
Vómito y sangre en la acera,
Miedo a la gente,
Triste y mediocre,
Jugando a ser lo que nunca serán.
Sabes bien qué es esto de morir con cada palabra.
Dices que los golpes te han dado oficio
Si supieras que a mí igual me sucedió.
Colegas desde el más allá
Hasta el nunca  jamás.
Nos une el pánico también.
Las letras urgentes que tan sólo podemos escribir,
Mas nunca decir:
Por la furia y la impertinencia que las embargan.
Y el humo viejo
Gritando las penurias del ayer.
Desnudo ante el trajín
Y creer que uno está para más,
¿Es que no entienden
Lo que aquí hay?

Insultos,
Verborragia de quien no sabe filtrar,
Porque será tal vez
Que la conciencia
Bien pura se mantiene.
Y las palabras fluyen
Desde lo más abisal del interior,
Tú sabes bien lo que es eso.
Tú entiendes bien lo que rige al hombre.
No es tanta la diferencia
Si se miden nuestros dolores y ambiciones.
No es tanta la diferencia si se comparan
Nuestros egos y conveniencias.
Nos acompañamos en el infierno?
Te buscaré y haremos de ese sitio
Nuestro lugar,
Más allá de los dichos
Y declaraciones,
De la mediocridad y las personas.
Esas mismas personas que tanto daño hacen
A almas tan sensibles,
A corazones tan incomprendidos.
Fúmate este cigarrillo conmigo
Que la noche es larga y aún queda bebida en el congelador.
Disiente conmigo la penurias que detienen
Al puto corazón.
Sé que desde algún lugar
-no sabría definirlo-
No estamos tan lejanos.
Estas marcas hediondas
Nos detienen
En el instante preciso de la agonía
Y de todas las pasiones.
Escribe conmigo las últimas notas
En las que juro no claudicar
Por más que los años me maten vehemente
Porque estas letras que me abruman
Merecen ser despedidas
Y si el mundo no las quiere oír
Al carajo con ellos,
Tú bien sabes que a veces es necesario
Mandar todo al demonio.
Tú bien sabes de esta necesidad imperante
Que ruega por fluir
Y matar a la  vez que amar.
Miedo?
Seguramente.
Fobia a morir
De quien ha sufrido
Todo de lo que es capaz de sufrir
El corazón del poeta.

25/05/10.


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