sábado, 3 de abril de 2010

Para aquellos a los que quiero.


Un año más de vida tendré en apenas 24 horas... Un año en el que cambiaron muchas cosas... cosas impensadas... Sin embargo he intentado adaptarme a dichos cambios de la mejor manera posible. Aunque a veces se torna difícil... Pero sigo intentándolo.
También, en este año pude darme cuenta de algo que antes no lo veía tan claramente: pedir al que te puede dar. Lo cierto es que, como todo el mundo, estoy rodeada de otros seres humanos, pero de algunos de ellos no puedo esperar ni siquiera la hora, incluso de los más cercanos. Ya sea porque no pueden o porque no quieren. El problema surge cuando si uno no obtiene lo que necesita ¿está mal buscarlo en otro lado? La realidad es que no. Porque es la necesidad de uno, contra la necedad del otro. Y de repente me hallo buscando lo que realmente necesito en personas inverosímiles... gente que en nada deberían ayudarme, sea porque no les atañe, o porque no les corresponde es su calidad de "a penas conocidos". Pero a veces son esas personas las que te tiran la soga salvadora que te saca del fondo del abismo. Esos seres cuasi anónimos para el corazón, pero que ahí están, al pie del cañon. Y dan sin que les pidas y sin esperar nada a cambio, o sí, pero al menos no te lo hacen saber. 
Porque que quede claro: odio pedirle a los que dicen quererme. Si me quisieran de verdad, como dicen hacerlo, sencillamente sabrían mi necesidad y me darían lo que me hace falta. Que a veces no es mucho, un "¿qué te pasa boluda? sería más que suficiente. Pero finalmente le termino encargando el trabajo pesado a quien realmente, no le corresponde...
La mayor parte del tiempo me siento sola, de una manera que poco me molesta (tal vez sea nada más que la historia de mis días). Pero ahí estoy, sola entre el ruido, rogando que un oído extraño se acerque a escuchar lo que me urge decir -o gritar-.
Sinceramente no guardo rencores, ya sé que de ciertas personas nada puedo esperar, tal vez un saludo, un regalo, un favorcito, pero nada más... Mientras que otras se acercan apenas la herida sangra. Y no sólo eso, se hacen cargo de un dolor que no les pertenece. Altruistamente o no.
Así es como fueron llegando personas a mi vida, y a esas mismas les hice un lugarcito de honor en mi ser. Un espacio puro, en donde las mantengo en caso de necesitarlas o de que me necesiten. Lástima que seguramente, esas personas no sean las que lean este texto, pero les estoy eternamente agradecida por haberme ayudado cuando lo necesitaba, mientras otras me daban la espalda, para después venirme a pedir cualquier antojo que les surja. A la mierda con esa gente! Aunque las seguiré tratando, y queriendo a mi manera. Pero de todos modos jamás se ganarán un lugar de lujo en mi corazón. Me di cuenta, no hace mucho, que para querer necesito que me quieran, para amar necesito que me amen. Es una mentira el resto.Una tonta mentira que incluso a veces yo misma me la creo.

Seguramente mañana tendré a varias personas alrededor mío -o no-, pero a muy pocas les estaré agradecida con la vida, por haber estado en el momento preciso. 

Por eso aprovecho este pequeño espacio, repito, tal vez ellos nunca lo lean, para dar mis debidas gracias. Aquí van:

A Male: Por haberme hecho reír cuando no podía ni con mi alma, por los viajes, momentos, alegrías y DESGRACIAS que vivimos juntas. Porque juntas tocamos fondo y juntas -o no tanto- salimos de algún modo. Por entender mejor que NADIE todos mis mambos y por coincidir en mi rara visión del mundo y de las cosas. Y aunque seamos muy distintas, siempre encontramos el justo medio para pasarla bien pese a las cosas que nos tocaron vivir y a la mierda de gente que nos tocó conocer... (Y aquí sí me reservo los nombres). Por todos los buenos momentos, que fueron muchísimos... que todavía hoy los recuerdo con nostalgia y con una sonrisa. Y aunque nadie nos comprenda -o nos acepte- cuando estamos juntas, me chupa un soberano huevo. Me siento más fuerte cuando estoy con ella... sobre todo después de lo vivido... Y por su familia, que fue la mía también.

A Belu: Por aparecer en el momento en que más lo necesitaba. Por haberme bancado cuando estaba con los ojos hinchadísimos de llorar. Por haberme dado el ultimátum para tomar una decisión que dilaté por mucho tiempo. Por tener la iniciativa que, a veces me falta, sea por vagancia o desgano. Por compartir su mundo conmigo...

A Ariel: Porque si bien ya no estamos más juntos, soy consciente de todo lo que me dio e hizo por mí -más que nadie-. Por haber estado en uno de los peores momentos de mi vida, por sostenerme la vela cuando las noches se me hacían insoportable. Por bancarse la mierda que era mi mundo. Por aceptarme con todos mis defectos -que son muuuchos-. Y porque pese a la distancia, sé que aún puedo contar con él.

A mi vieja: Porque pese a sus mambos o a que somos muuuy diferentes, siempre me apoyó y se siente orgullosa de mí. Porque sé que puedo contar con ella. Por las charlas hermosas que tenemos -o teníamos-. Y por la confianza brindada. Y por todo lo demás que ya se sabe... es mi madre después de todo, no?

En fin, a ellos, con especial cariño va dedicado este enorme GRACIAS. Y mañana cuando brinde por un nuevo año más de vida vivido, ellos estarán en mi cabeza, presentes o a la distancia. Sólo por estos tiempos, ellos nada más, se merecen el lugar de élite que reservo en ese lugar tan árido que llaman corazón.


1 comentario:

  1. Ariel: Te juro que cuando lo leí me emocione, no supe que escribirte, siempre leo tu blog por que me gusta, pero esta vez me hiciste llorar, vos sabes lo mucho que te aprecio pero ni te imaginas lo mucho que te quiero. Es un honor se parte de ese cuarteto de personas que mas aprecias, me llena de orgullo. Es verdad que te aguante cosas que jamás en mi vida pensé que iba a soportar en una persona, pero vos también me bancaste a full, con todas mis locuras y mierdas que tengo en mi cabeza, sos una persona muy importante en mi vida, y hasta este momento la huella más grande de mi vida es tuya.
    Gracias nuevamente, te quiero demasiado y ojala que nunca desaparezcamos.

    ResponderEliminar

Siempre serás bienvenido en Mi Pequeño Mundo