lunes, 9 de agosto de 2010

Me propongo...


Me propongo sentir. No más artilugios, no más represión. Me propongo sentir y ser yo, pero ser yo de verdad. Quiero que si me aceptan la entrada sea aceptando mis días buenos y mis días malos, mis tristezas y mis alegrías, mis debilidades y mis fortalezas. No quiero que ni un alma más esté a mi lado sólo por mi parte buena. Quiero ser libre, y la manera de empezar a serlo es siéndolo por dentro, entregándose a la vida. Acaso no hay nada más hermoso que poder sentir. Nada más hermoso que ser uno mismo, ya demasiado difícil es dicha tarea como para proponerse la fracasada idea de ser alguien más, nada más frustrante ni más ambicioso. Corre sangre por mis venas, siento, pienso, creo, imagino. Y me hago cargo de eso. Porque a lo largo de los años adquirí el valor necesario para poder hacerlo. Porque soy un ser humano, y como tal me equivoco, y como tal elijo a veces el camino peor. Y como tal lloro, río, sufro, me ilusiono. Y no quiero más pedir perdón por mi humanidad. Quiero poder sentir, y hacerlo libremente. Todo aquel que no pueda aceptar mis miserias, mis ratos malos, mis momentos bajón, no tiene nada que hacer a mi lado. Quiero que los que me quieran lo hagan por lo que realmente valgo como persona y no por lo que pretenden que yo sea. No más observar la mirada ajena. No vine a este mundo para hacer feliz a nadie (tarea titánica y absurda si las hay), vine a ser feliz yo, y si en mi búsqueda de la felicidad puedo cooperar a la de otras personas, bienvenido sea. Y si no puedo, mala suerte, nadie se murió aún por eso.
Tengo derecho a ser quien soy. Y pienso hacer uso de ese derecho. Porque si hoy decidiera seguir guardando lo que siento, llegará un día en el que me tenga que gastar el dinero de lo que vale una casa en terapia. Todo por no hacer algo que era natural que hiciera. Y así como hace falta que limpiemos nuestra casa y nuestro cuerpo, así es de necesario limpiarnos por dentro. Y no conozco mejor método para hacerlo que llorando, hablando, berreando, etc….
No quiero tener que cargar con mi lodo eternamente. Tengo una espalda ancha que puede soportar mucho peso, pero ya no quiero sobrecargarla por el solo hecho de hacerlo. Ya no quiero a nadie levantando su dedo inquisidor. No quiero que nadie más, ni una sola persona más, me juzgue por ser tan humana.
He podido perdonar,  he podido alejarme de la historia, mirar de lejos y perdonar. Pude absolver a todos de sus culpas, nadie me debe nada, nadie perturba mi calma. Ya no vuelvo al pasado a seguir condenando, ahora lo hago sólo a ver las cosas buenas y a ver las malas, pero para no volver a errar el camino. Pude deshacerme del peso de los años, los errores del pasado allí se quedan. Quien haya sido capaz de lastimarme, de haberme hecho llorar, de haberme cagado la vida, por mí ya está absuelto de culpa y cargo. Y si yo lo pude hacer, por qué los demás no? Dudo que pueda ser tan complicado perdonar y seguir adelante. Pero si lo es, si resulta imposible ese perdón, entonces yo no tengo porqué pagarlo. No me hago cargo del pasado de nadie, no me hecho a la espalda dolores que no puedo solucionar. Sólo presto mis orejas, siempre predispuestas para escuchar y mis hombres, siempre listos para apoyar.
Entonces reiré cuando tenga ganas, lloraré cuando así lo requiera. Gritaré si me apetece y seré yo, siempre yo. Limpia y honestamente. Yo sin artilugios. Basta de inútiles mecanismos de defensa que sólo contribuyen alejarme del mundo real. Porque la vida sí vale la pena vivirla. Porque me atrevo a sentir, porque acaso eso es estar vivo, y ser real.
Gisela.

Tú te conoces a ti mismo
y a pesar de ello has rehusado
a estar contigo mismo
culpando a las cosas que hay que hacer
a la gente que hay que atender
a los trabajos que hay que realizar
a la prisa y al cansancio.
Te pasa lo mismo
que te ocurre cuando en dirección contraria
viene una persona conocida
y tú desvías la vista
haces como si no la hubieses visto
para no saludarla
porque no quieres estar con ella
o porque vas muy de prisa.
Ahora en este instante
encuéntrate contigo mismo
devuélvete la mirada a tu alma
saluda con amabilidad a ese que eres
escucha lo que tienes que decirte.
No hay trabajo más urgente que éste
el cansancio desaparecerá te entretendrás
olvidarás la prisa y el ajetreo.

Si el sinsentido y la sinrazón
no existen en ninguna parte del universo
por qué le das cabida en tu mente?
Si la lluvia cae fuerte
es para darle vida a los ríos entregándoles agua
y ayudarlos a que viajen hacia el mar.
Si la canción es melancólica
es porque la tristeza se adueñó del alma
y el hombre busca sacar ese dolor.
Todo tiene una causa y un efecto.
Nada es porque sí.
Todo tiene sentido.
Si el niño juega es porque se está divirtiendo
si ríe es porque está alegre y si llora es que algo le duele
mañana si es un hombre bueno es que recibió afecto.
Si el hambre aparece es porque la vida
avisa que quiere seguir viviendo.
Si los muertos viven en la memoria
es porque el poder de la muerte no es tan grande.
Si la flecha da en el blanco
es porque el arquero es diestro.
Si el sinsentido y la sinrazón
no existen en ninguna parte del universo
por qué le das cabida en tu mente?
Fragmento de Osvaldo Ulloa Sánchez.

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