domingo, 18 de diciembre de 2011

Je déclare la guerre


 Te declaro la guerra,
Me declaro ante ti
Desde mis infiernos.
Pero no te deseo el mal
Sólo me deseo el bien;
Ni siquiera uno solo de mis males
Para ti lo pienso.
Tampoco quiero tus bienes
¿Cuáles acaso?
Sólo me paro ante ti
Para que quizá –ojalá-
Algún día contemples
Tu daño cicatrizado.
 Te declaro la más ruines de mis poesías,
Me declaro ante ti
Firme y henchida de mí.
Ningún daño,
Ninguna afrenta,
Sólo la aberración de que tu mejor víctima
De pie está.
Una milésima acaso
De mi sangre limpia,
Purificada por los estíos de mi vida
Y por la lumbre de mi dicha.
 Te declaro todas mis risas,
Como arma mi temple,
Como energía mi paz.
Me declaro, en fin, ante ti
Como eso que, aunque ansíes,
Jamás, jamás
En su voluptuosidad
Te nombrará.





(de antaño...) 
 

4 comentarios:

  1. Un poema que habla solo y solas sus letras se posarán donde se tengan que posar. Me encanta . Felicidades!!

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  2. se puede despreciar a otro y no desearle el mal? declararle la guerra y no participar activamente en el intento de destruirlo? es tomar distancia sin vuelta atrás y con armas no letales poner distancia y colocarlo en posición de eternamente vencido pero con lo morboso de saberse sobrevivido sólo para escarmentar en la propia inferioridad. tu hemorragia vuela. tu hermosura física enaltece tu talento. sos una musa que inspira a otros pero a la vez goza de inmensa inspiracion propia.

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  3. Me hicieron pensar tus palabras. Empiezo a vislumbrar ciertas cosas en mí que no veia...

    Gracias por lo halagos también!

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  4. He aprendido, que con el tiempo, las lágrimas han comprendido el lenguaje de las sonrisas
    Un gran abrazo Gisela.

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