lunes, 14 de marzo de 2011

Uno de hoy...



Cuántas heridas abiertas aún,
Cuánta nefasta soledad que no se quiere ir,
Amaneceres sin luz de otros tiempos,
Ocasos entre llantos y mieles suspendidas
En lo ilógico y banal del tiempo.
Clonazepam para las llagas,
Vientos de cambios que no alcanzan
A apagar la llama de lo que hace mal,
Tú dice tomarme la mano
Para que nada me lastime,
Yo caigo, muda de todas las cosas,
Y el pasado me atrapa
Sin remedio ni salida.
Alcohol para las vísceras,
Dicen que ayuda a olvidar,
Ya no sé qué quiero recordar.
Amigos y pesadillas,
Risas y lágrimas,
Enemigos y fiestas,
Fiebres y música.
Camas vacías
Y un ordinario proceder
En busca del calor humano.
Dices que me salve,
Me gritas que huya,
Pero ¿dónde está la puerta?
Muchas veces lloré sobre tu regazo
Y te imploré que me digas
Que todo era una mentira,
Tantos años rogándote una explicación,
Tantas mentiras y falacias
Junto a un noble corazón.
Me dijiste: “no dejes que te corrompan”,
Pero para ese entonces yo ya estaba rota.
Me mataron aun antes de darme cuenta.
Sabes que ya no hay remedio para este dolor,
Aunque me ampute la memoria
La oscuridad me persigue a donde vaya,
A dónde está la nube que dijiste que me protegería?
Me mostraste un mundo de fantasías
Muy ajeno a mi universo de cristal,
Perversidad de quien no intuye
Lo malo de la ingenuidad.
Este mundo es muy duro, y lo sabes,
La vida es sólo para los fuertes,
Pero me pediste fortaleza cuando
Ya no podía dar un paso más.
Pero como en toda historia
Existen héroes que salvan a las princesas,
Y él llegó con sus palabras sabias
A calmar tempestades
De las cuales nadie se podía hacer cargo.
Incluso tú.
Y él me sacó de entre los escombros
Y pude divisar una lucecita
Que me invitaba a seguir,
Mancillada desde la cuna,
Pero a seguir a costa de todo.
Y entonces creí que esto podía tener un final feliz.
Al menos era una esperanza.
Si tu mano no me suelta,
Si los que dicen querer
Siguen queriendo,
Si el sol no se oscurece,
Si la niebla que todo lo cubre
De repente se marcha,
Yo juro, juro antes mis letras,
Juro ante mis llagas,
Juro ante mis enemigos,
Juro ante las adversidades,
Juro ante esta luz que me ilumina,
Que no volverá a haber un solo día en mi vida
Que no quiera permanecer,
Porque necesito sentir que es posible
Y en ello voy a dejar el pulso y las carnes
Y todo cuanto sea necesario
Para que todo sea lindo. Lindo, sólo eso alcanza.
Lindo como la hamaca que ya no se mece.
Aquella que no conociste,
Pero debes saber que allí un poquito al menos,
Fui dichosa.
Reí, soñé, bailé, jugué.
Pero siempre me consumió la oscuridad,
Opacando todo a mi alrededor.
No apagues la luz.
Vibre el mundo bajo mi voluntad suprema de ser feliz.

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