martes, 21 de septiembre de 2010

Un día como hoy...

Si no me hubieras abandonado
Nada hubiera cambiado.
Fuiste lo que más quise,
Lo que con la vida juré defender.
Eras mi sangre, el aire que requiero
Para cada hálito, para cada suspiro.
Eras lo más preciado,
Porqué abandonaste mis días,
Porqué me soltaste la mano,
Acaso, cuando más lo necesitaba.
Siempre me defendiste,
Siempre a mi lado marchaste,
Siempre estuviste donde más te necesitabas,
Eras mi guardián, eras mi templo,
Eras mi sitio seguro,
Era lo que buscaba cuando ya nada quedaba.
Te tuviste que ir o te alejaron?
Te fuiste de mí o yo me fui de ti?

Eras lo que pregonaba en las noches amargas,
Eras el alimento para mi sustento,
Era el dulce reposo para mis huesos cansados,
Eras lo que más me hacía sentir plena…
Eras mi orgullo y mi razón de ser,
Eras la verdad de cada arteria mía,
Eras mi verdugo y yo tu esclava,
Pero qué bien que se sentía,
Qué bien que me hacía.
Quién fue el hijo de puta que te alejó?
Quién fue la escoria que te mató?
Yo te soñaba e inundabas mis días
De gloria y fe ciega.
Yo te gobernaba al fin y al cabo,
Pero tú guiabas el carro de mis jornadas.
Quién te apartó de mi lado?
Quién me odió tanto para llevarte?
Si hay un culpable lo buscaré
Y haré justicia en tu honor,
Tú, que me diste todo cuanto poseía,
Tú, que llenaste de alegría mis años,
Tú, que me protegiste,
Que fuiste mi fuerza, mi motor impulsor,
Mi anhelo, mi carne, mi cielo.
Cuánto te extraño no tiene nombre,
Cuánto por ti muero un poco cada día, inefable.
Eras mi vida, sin ti quedé perdida
Y expuesta a todos los putos dolores de este mundo.
Ellos no son como tú,
Sólo arrancan el trozo mejor
Y luego se marchan…
Tú eras distinto, tú eras lo único que no debí perder jamás.

Gi.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Siempre serás bienvenido en Mi Pequeño Mundo