miércoles, 3 de febrero de 2010

Otra viejita, pero vigente...




Dos veces muerta
En el cruel abismo
De mis tentaciones.
Perdida en el ala de la noche,
Vomitando palabras inadecuadas,
Queriendo tener un poco de compasión
De lo ruin de mi alma.
Con mis llagas abiertas,
Infectas de tanto sangrar,
Corrí al entierro de mi sueño luz,
Y abracé en una poesía
Al último rayo de lucidez.
 Quién podrá ahora,
Manifestarse en contra de mi locura?
Quién podrá ampararse conmigo
En los fundamentos?
Si nadie sabe nada
De este alter ego que me acompaña,
No soy yo,
Es mi pasado hablando
Desde distancias luz.
Y el presente se vuelve precario,
Tan frágil como pompa de jabón.
Se juega el juego triste
Del que se va para no volver.
Y en una mano cobarde
Sostengo la infamia de mi corazón,
Me falta valor para echar a volar.
 Donde mis pasos conduzcan
Esta vez yo iré,
Sin mirar la senda del después.
Porque en un sitio olvidado
Me espera lo que me fue arrebatado.
Pero dónde es que se encuentra
La vieja casa de ventanas verdes,
Dónde fue arrojada su llave,
Esa misma llave
Que abre todas mis puertas?
Por qué oscura rendija
Deberé llegar?
Mas el exilio de aquella voz
Me hace dudar
Y por dudar muero.
Mis brazos se yerguen de pavor,
Mis huesos tiritan
De inviernos tristes
Y en lo profundo de mi pecho
Una esperanza,
Que aunque tenue,
Tiene el viejo tesón de antaño.
Y como aguijón sagrado
Fecunda mis días.
Y en su preciso instante
Es que muero dos veces:
Una por tenerla
Y otra por perderla.
Bajo tierra mando
Este último esbozo de cordura,
Diluyéndome en un ilógico suburbio
De ideas nefastas,
Sacudidoras de la razón.




1 comentario:

  1. Un juego de palabras interesante, con ritmo propio y salpicado de sabiduría.

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