"No quiero que seas un superhombre, ni te necesito infalible.
No necesito un dios al cual venerar sin reparos, sino a un hombre al que pueda
amar sin rodeos. Cuando sea yo la que esté en la inmunda, no espero que te
compadezcas de mí, ni que tengas la palabra precisa, ni que le des solución
mágica a mis problemas. Sólo me basta con saber que estás ahí. No es necesario
que seas una roca cuando lo que yo necesito es un halo de viento fresco. No
busco unos brazos fuertes en los cuales refugiarme, sino una mano tendida de la
cual sostenerme mientras camino en medio de la oscuridad."
Vladdo.
(No es poesía.)
Quiero que seas quien elijas ser.
Quiero caminar a tu lado por la vida. No atrás tuyo, porque
de ese modo no podré ver el camino; no delante de ti, porque es necesario que
tú también veas por dónde andas. A tu lado exactamente. Pero si alguna vez te
cansas puedo arrastrarte un trayecto breve, pero no podré hacerlo siempre ni
corresponde. Si alguna vez me canso quisiera que seas tú quien tire de la soga,
pero no quiero que lo hagas siempre, ni corresponde que así lo hicieras.
No puedo prometerte que la vida sea un lecho de rosas,
porque de ningún modo lo será. Así como tampoco puedo prometerte que no
cambiaré, que no te fallaré nunca, que te amaré para siempre. Pero puedo elegirte
hoy, puedo elegir este momento, este pedacito de vida, elegirte de entre miles
y miles de personas; y ojalá vuelva a elegirte también mañana.
No quiero que seas mi bastón, ni mi guía. Pero quiero que
seas el hombro donde pueda descansar mi cabeza, llorar mis penas y acurrucarme
tiernamente para soñar. No quiero que guíes mi camino ni yo guiar el tuyo. Es necesario
que ambos generemos un camino nuevo y único por donde podamos y queramos
transitar, juntos.
No todas las noches serán de luna llena. Y habrá tormentas,
y sonarán las bombas de nuestras guerras personales. Pero tendremos que definir
hasta dónde es el mundo, hasta dónde somos nosotros y hasta dónde eres tú y
hasta dónde soy yo. Y jamás equivocarnos en las matemáticas, 1+1 es siempre 2.
Jamás seremos uno. Eres tú con tus circunstancias, con tus deseos, con tus
virtudes y defectos, con tu pasado y tus miedos, soy yo con mis circunstancias,
mis deseos, mis virtudes y defectos, mi pasado y mis miedos. Sólo dos pueden
formar un pareja, un par de iguales.
Y deberé entender que tendrás defectos que precisamente no
podré entender, pero podré aprender a aceptarlos. A su vez tú deberás hacer lo
mismo. Pero nunca deberé aceptar nada que vaya en contra de mis principios ni
en contra de mi integridad. Y si, te puedo ayudar en esos defectos, lo haré. Y podremos
complementarnos, mas nunca, nunca, completarnos. Nadie completa a nadie, ya
venimos enteritos a la vida. Te daré lo que haga falta si está dentro de mis
posibilidades, pero de ningún modo, puedo darte lo que ni tú ni yo tenemos.
Quiero que seas un compañero, jamás un recurso ni un amuleto;
jamás un peldaño o un puente. No quiero soluciones mágicas, primero que no me
sirven, segundo que no existen, tercero no te levaré a la calidad de “dios”,
sólo necesito un “juntos saldremos adelante”. Y quiero que lo creas. Y necesito
fervientemente que creas en mí como yo lo hago. Y que la confianza no sea un
contrato por escrito ni una cárcel, que sea un espacio delimitado por nuestros
propios preceptos, cuyos límites reveamos día a día.
Quiero poder crecer a tu lado, que me enseñes lo que tú sabes
del mundo y yo ignoro. Y yo poder mostrarte eso que no has visto. Y que crezcas
como ser humano y como hombre cada día de tu vida. Pero será necesario que
ambos tiremos para el mismo lado, cuál lado? El que decidamos de común acuerdo.
Quiero sinceridad por sobre todas las cosas. Puedo aceptar,
e intentar entender, cualquier miedo, cualquier duda, cualquier bajeza. Pero no
podré hacerlo ni me lo explicas de frente. Si me muestras tu guerra podré
(quizá) luchar a tu lado, pero si no lo haces, no tendré ninguna posibilidad de
hacerlo.
Quiero que sepas que habrá días difíciles, situaciones
horrendas, momentos nefastos, porque así es la vida y muchas veces, aunque
intentemos, no podremos evitarlo. Pero si tomas fuerte mi mano y no abandonas
la lucha a medio camino, lo que espera delante puede ser mucho mejor.
Quiero contarte que no soy perfecta, nadie lo es. Pero puedo
aspirar a ser mejor. Algún día tendré arrugas y canas, mis hormonas muchas
veces definirán mis humores, tendré momentos de inaudito llanto y melancolía y
a veces, habré de equivocar el rumbo. Porque al fin y al cabo soy humana y me
voy haciendo día tras día, año tras año, al igual que tú y que todos. Es necesario
que entiendas que nada de lo que hago lo hago para lastimarte ni ofenderte, pero
a veces me equivoco, y tendrás que poder entenderlo. Así como yo tendré que
entenderte a ti si fallas. Pero por favor, si estoy haciendo mal es preciso que
me lo digas, por el bien de ambos. Rétame si es necesario, ponme algún límite
si lo amerita la situación, yo haré lo propio.
Debes saber que no busco un padre. Sí un amigo leal, sí un
amante tierno, sí un compañero de ruta. No un guía espiritual, ni un mesías, ni
nada que se le parezca.
Es preciso que sepas que te quiero a mi lado, pero no te
necesito; necesito del aire que respiro, del agua que bebo, de mis neuronas,
brazos y miembros. Pero no te necesito para vivir; no eres el aire que respiro,
pero sí me alegras cuando lo hago.
Quiero que tengamos nuestra propia autonomía y espacios
personales. Y que si me gusta algo que a ti no, es totalmente normal y está
bien que así sea. Pero así también debemos construir un mundo nuevo en donde
coincidamos, en donde cada uno pueda ser tal cual es, sin prejuicios, sin
antecesor; un espacio creado a la medida de nuestros gustos y necesidades. Un lugar
común en donde podamos encontrarnos sin temor y sin armaduras.
Te ofrezco mi lealtad, mi tiempo, un hombro donde llorar,
brazos que abracen, oídos que escuchen sin juzgar, un cuerpo en donde sentirte
bien, ternura, compasión, consideración y compresión. Te ofrezco un lugar en mi
vida, justo al lado mío, un par de ojos que velen tu sueño, unas manos que
hagan, y por sobre todas las cosas, un espíritu fuerte que ame cada partícula
de tu ser, aun con tus sombras y oscuridades. Te ofrezco estas líneas, que
seguramente no sea lo mejor que has leído ni mucho menos, pero es sincero, es
valiente y puro.
Por último, no menos importante, te pido, por lo que más
quieras, que si algún día puedes y quieres aceptar esto que te ofrezco, y
puedes y estás dispuesto a dar esto que quiero, me avises.
06/02/13.
* No te salves, Mario Benedetti.
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
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