No sabes las cosas que suceden
Cuando tú volteas fingiendo no ver nada,
Cuando tú cuidas de tus asuntos
Aquí lejos, los ratones se entretienen,
¡Y cómo lo hacen!
Deja sola la siembra
Y los cuervos se llevarán todo,
Nada quedará para ti
Si te entretienes por ahí.
Cada uno cuida su quintita,
Si no lo haces
Harán con tus gallinas.
Ya verás que para cuando vuelvas
Nada habrá para ti.
Si los he visto
Pavonearse proclamando
Que les era de su propiedad,
Mas luego giraron
Y nada encontraron.
Lo que no cuidas se va,
Se echa a perder,
Se aleja de tu vista.
Y mira que hay que saber cuidar.
No es tan fácil,
No es tan sencillo,
No es sólo hacer acto de presencia
Cada tanto y más,
Si no es estar,
Pero estar de verdad.
Si ahora partes
No vengas luego
A reclamar lo que aquí dejaste
Por derecho no tendrás
Mucho menos razón.
Cuida lo que tienes
U otro se lo llevará.
una suerte de derecho consuetudinario del amor doméstico. hay una amenaza velada acá, me parece. miedo cuando uno se va, miedo cuando vuelve. siempre queremos lo que no tenemos y cuando finalmente lo tenemos ya no lo necesitamos. por eso nos enamoramos de quienes nos resultan inalcanzables. ah, es una gran oda al reproche este poema! leerlo me hace sentir culpable por irme y estúpido por volver cuando ya fui reemplazado.todos somos descartes después de todo...
ResponderEliminarperdón, quise poner "descartables"...
ResponderEliminarMuy certero! Ese es el mensaje...
ResponderEliminarIr y quedarse y con quedar partirse,
ResponderEliminarpartir sin alma, e ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse; ...
Escribió Lope de Vega, allá por el Siglo de Oro español. Tan vigente como tus certeras palabras
Un fuerte abrazo querida Gisela.